Inevitable

Inevitablemente cada día alguna situación me lleva al pasado... en estos días fui al supermercado y escogí: aceite de oliva, yogurth griego, arroz premiun, aceitunas, entre otras cosas que hacían falta en casa, estos productos se han vuelto comunes en mi alacena y es normal escogerlos, pagarlos y disfrutarlos, pero en días pasados ocurrió algo que me arrugó el corazón y me aguó los ojos.

Habían un par de hombres de mediana edad que iban y venían a la caja para constatar el precio de cada producto y poder llevar lo más barato (pasta, salchichas, una lata de atún, huevos y pan) yo pagué mi cuenta y mientras empacaba mis cosas ellos pasaban las suyas cuidando de no pasarse, pagaron completando con monedas y estaban contentos con su compra.

Inevitablemente me vi reflejada en ellos, años atrás con Daniela en colsubsidio o surtimax (supermercados en Bogotá) buscando lo más económico, escogiendo las promociones y sin poder llevar nada diferente a lo básico.
Jamás un gusto y mucho menos un lujo... luego en la fila haciendo cuentas para estar segura de poder pagar, contando monedas y a veces nisiquiera alcanzaba, tocaba decidir que dejar en la caja registradora para que cuadrara la cuenta con el presupuesto que había.

Poder comprar un yogurt griego, un aceite de oliva o unas aceitunas era impensable. Estos recuerdos me mantienen con los pies sobre la tierra y me permiten sentir el dolor ajeno, en la medida de lo posible doy cuando se me permite por que sé muy bien que es la carencia y la necesidad. Tenemos mejores oportunidades ahora, sin embargo eso no ha hecho que dejemos de lado nuestra humildad y que reconozcamos que estamos donde estamos con esfuerzo y sacrificio.