Caminando juntas

Mi mamá y yo teníamos poco tiempo para compartir juntas debido a que ella trabajaba bastante y mis horarios de estudio cuando era pequeña, incluido el tiempo de transporte al colegio, eran largos. Sin embargo, cuando mi mamá tenía tiempo libre en los fines de semana uno de mis planes favoritos era caminar desde nuestro barrio hasta el barrio donde vivían nuestros familiares.

El anhelo de estas caminatas era ir hablando con mi mami, describir lo que veiamos alrededor, no pisar las lineas del piso, parar especificamente en una construcción donde habia un columpio que yo disfrutaba al máximo, recargaba energías y seguía caminando, y como actividad central ibamos recogiendo pepas de eucalipto que estaban por todo el camino. Asi que llegaba de vuelta a casa con muchas nuevas pepitas para jugar.

Las pepas de eucalipto eran como mi mayor entretención. Yo las usaba para construir cosas, para sumar y restar, para hacer manualidades y claro está para conectar con mi mamá desde esa emoción que me daba tener la posibilidad de estar juntas una vez más y caminar y caminar. Aunque tengo que confesar que mi mamá se pasaba de lista, por que claro, como yo era una niña pequeña y mis piecitos se cansaban, habían momentos donde ya no quería caminar más y quizá quería que me cargara, asi que mi mamá hacia un trato conmigo siempre. Me decía bueno, entonces hagamos una cosa, vamos "un ratico a pie" y "el otro ratico caminando" y yo me ponia feliz y decia entusiasmada que si a tan grandioso trato (jajaja) sin darme cuenta que igual si iba a tener que caminar todo el camino solo que a la final algo del camino me iba a entretener, me iba a llamar la atencion y asi iba a olvidar que ya no queria caminar más.

Es lindo cerrar los ojos y recordarnos cogidas de la camino caminando, disfrutando y conectando. De todo corazón espero que a la edad que sea nunca dejenos de conectar, de amar y de soñar. Por muchos más años juntas.